Sunday, July 24, 2011

No entendemos las Carreteras. Vamos a Borneo.

Hace tiempo me preguntaba dónde estaba el fin del mundo. dice 1Q84 que Chejov escribió un libro acerca de la isla de Sajalin. un lugar remoto como ningún otro, con extraños habitantes llamados Guilliakos, una sociedad primitiva viviendo en los grises y desesperanzadores parajes del fin del mundo. para contrarrestar el frio comen focas, ballenas, esturion y nada de vegetales -no es una sorpresa que ninguno tenga todos los dientes- y ademas los Guilliakos no entienden las carreteras. dicen que si ven una carretera igual continuan caminando a traves de la tierra. porque diablos fue Chejov a Sajalin? porque un escritor que gozaba de fama en vida y formaba parte de la nata de la sociedad rusa se marcho a tal desolado paraje en tiempos en que viajar aquella distancia de moscu a siberia no era ninguna broma seguirá siendo un misterio para algunos. no para mí. 
La distancia lo emebellece todo. Tan asi que el Hong Kong asfixiante ya se ha convertido un recuerdo divertido. no estuvo tan mal después de todo, y aunque al llegar le reproché no ser lo suficientemente exótico, claro, luego de un par de viajes a Japon Hong Kong ya no sabe a lo mismo, y mi percepción de que la diferencia entre Auckland en New Zealand y Hong Kong son 6 millones de chinos, le quitaron un poco de magia a la ciudad. Supongo que todo depende de donde uno venga, no? En HK conoci a alguna gente, incluso estuve bebiendo cervezas en el departamento de unos franceses, y que vaya a ratos me parecio que los franceses habían invadido Hong Kong. A ellos les encanta y van y buscan trabajos y se quedan por algunos años. la gente de donde yo vengo no piensa así, a nadie se le ocurriria ir a Hong Kong a buscar trabajo. pero a los franceses sí.

Parece que hubiese visto a un fantasma en China porque al mirar hacia atras veo como corrí en la dirección contraria. Llegué raudamente hasta Kuala Lumpur y no me permití mas de dos días en aquella ciudad, ya tenía bastante con las urbes y ya era hora de comenzar a adentrarse en la selva. ya se irán adivinando que a pesar de que tenia muchas ganas de recorrer malaysia peninsular esto podria esperar hasta la segunda parte de mi viaje porque me encontraba demasiado cerca de aquel imán para aventureros llamado Borneo. Borneo siempre me sonó a algo, nunca supe bien a que, quizas a selva y a sanguijuelas, a Orangutanes, a rinocerontes, a la última frontera. claro que no es la isla de Sajalin, pero esta en el buen camino. y el camino es el Tao, que suerte que leí ese libro incoherente y sabio a su manera, tan poético como es la literatura china, tan antiguo que se saborea como una sopa de papiros del Codex Sinaiticus (la biblia mas antigua del mundo). algo de china tenía que venir conmigo después de todo. Me encargué de conseguir un par de libros de viaje, uno de principios de siglo cuando Borneo era el límite inexplorado y viajeros con caravanas de portadores viajaban durante anos recolectando muestras de flora y fauna para ser descubiertos, y otro de dos escaladores obsesionados con la foto de una montana que tras anos de investigacion resulto estar escondida en el corazon de Borneo.
La llegada fue un poco extraña. no había un Orangutan dandome la bienvenida como me esperaba. tampoco había rascacielos, pero la verdad llegué a una ciudad bastante grande, mucho mas grande de lo que jamás pensé que podía encontrar en esta isla y, bueno, los tiempos cambian. y ya es tan difícil dar con las últimas fronteras. me querían subir a un taxi en el aeropuerto, pero yo quiero Local, asique me senté en el suelo sobre mi mochila y me quedé esperando el bus. a medida que la gente fue desapareciendo logre divisar a algunas figuras sentadas sobre mochilas, y sí, había algunos otros viajeros como yo que no se se sentían muy apurados. llegué a la ciudad tras cojer un par de buses feos por algo así como 3 morlacos -sea lo que sea era muy barato- y encontre de alguna manera mi hostal: el hostal Borneo. La ciudad es simple y se puede ver las dos caras de la moneda: mercados callejeros y un mall, tambien tuve la tentacion de comer un Burguer King hoy por la tarde pero sacudi la cabeza y me sente en un restoran local a comer un pollito con arroz, sopa y aji. 
'mucho mejor', como decia la Alvear en los tiempos de campaña de antes. sí, local es mejor. pero Local muchas veces es dificil de encontrar, esta sepultado bajo la publicidad y las tiendas de relojes, ahogado por las compañías de tours, escondido como los barrios pobres en las grandes ciudades, o las playas sin hoteles. pero Local esta ahi todavia. de los Orangutanes ni rastro. 
Mañana voy al mercado negro a intentar comprar pases para escalar el Mount Kinabalu. Es lindo viajar como estoy viajando hoy por hoy: por olfato, por capricho, por escapar de otro lugar, pero tiene algunos costos colaterales como encontrarse frente a la mejor Montaña de Borneo y descubrir que debería haber reservado uno de los limitados pases con meses de antelación. pero asi es la vida. también podría estar en casa viendo tele, pero estoy aca y voy a hacer lo posible por llegar a esa montana o mi venganza sera terrible (ya tengo algunos otros puntos de escalada que podria visitar en caso de fracasar en el Kinabalu). Lugares bellos que me harán olvidar que jamás logré llegar a la cima del Kinambalu o del Kilimajaro. No todavía. pero TODO esta por verse.

Wednesday, July 20, 2011

Un Barbaro en Asia

Si quieren saber la verdad, estoy mucho mas interesado en lo que pasa en 1Q84 que en lo que pasa en la realidad. no quisiera caer en los lugares comunes del blog de viajes. No se como empezar. supongo que en mis movimientos inesperados ya he logrado distingir poco a poco lo que podria ser un patron de conducta, o mejor dicho, un estilo de viaje. a pesar de que en el 2005 gane el premio internacional al mejor viaje inesperado desde mi llegada a New Zealand y siempre soprendente paso por Asia, uno cree que ya se las sabe todas, pero no. Esta vez llegue a Asia con la idea de que lo tenia todo bajo control, pero he tenido que aprender todo de nuevo. Esto quiere decir que no tengo ningun talento como viajero, esto quiere decir que una vez en Hong Kong ya nada parecia sorprenderme demasiado. todo me resultaba de alguna forma familiar, y ni siquiera tuve contratiempos en llegar al hotel previamente reservado en bus desde el aeropuerto. todo extranamente facil. pero no tengo ganas de hablar de Hong Kong, quizas mas adelante. por ahora lo importante no parece estribar en la locacion, sino en los cambios que en mi produce el viaje. en el retorno del instinto de supervivencia, en el salir de mi pequeño limbo de tranquilidad en New Zealand, de sacudirme el polvo, por asi decir. Lo primero que recorde: todos los viajes son diferentes.
El primer gran paso fue cruzar la frontera China y encontrarse con ese monstruo que yo creia que yacia en Beijin, pero no, que esta arraigado en cada rincon del pais: la gran muralla china, a saber, La barrera idiomatica. China estaba dificil desde un comienzo. China te convierte de un ser culto y especializado en un viajero vulnerable en busca de ayuda. El ser analfabeto no es ninguna broma. bueno, a veces lo es, pero algunas otras te hace la vida dificil en los detalles mas simples. no hablo de los lugares turisticos donde todo es cocer y cantar, hablo de ciudades como Guillin donde simplemente no pude comunicarme con nadie y solo gracias a mi Lonely Planet y a la ayuda de algunas personas -si, los chinos igual son buena onda- pude lograr moverme un poco. pero poco. la verdad es que hui de ese lugar. China se estaba convirtiendo en una segunda India y no iba a permitir que eso ocurriese. dije no, no vale la pena sobrevivir de esta manera y me fui de vuelta a Hong Kong. pero China sintio mi rechazo y no ataco de vuelta, en cambio en el bus de vuelta a Shenzen una linda china se sento a mi lado y comenzo a hablarme en ingles, me hablo de Yangshuo, una ciudad a dos horas de donde habiamos partido y recorde que un frances que conoci en Hong Kong me recomendo especificamente ir alli. un frances, de paso vale decir, con cara de Chino, pero frances. recorde eso, vi las fotos que me mostraba la china y dije, alto ahi, que esto hay que tomarselo con calma, y la china me ayudo a que pararan el bus, si, algo asi como paren el bus que me tengo que bajar! y asi llegue a Yangshuo. no me equivoque, encontre el pequeño oasis que necesitaba y algunas historias recogi en ese camino. las mas importantes son las mas simples, supongo: un viaje en bicicleta en el cual llegue al final del camino y segui mas alla -siempre hay cosas interesantes al final del camino, y un dia de escalada en roca que me dejo gritando de alegria en la cima de algun olvidado penazco entre valles de arrozales con escarpadas montañas de granito como ya alguna vez me habia imaginado que era China. pero igual escapé de China. todo esto estaba de alguna forma desfazado, no venia de estar viajando por ahi sino de estar trabajando como loco los ultimos 7 meses y la verdad necesitaba unas buenas vacaciones para recobrar mis energias. no he visto las estrellas desde que llegue a China, siempre ese calor humedo y cielos cubiertos, creo que necesito ver el sol, creo que necesito ir a esa playa, creo que necesito cambiar de planes, el mapa puede esperar, me voy a Malasia, me voy a la playa, y luego quien sabe. el viaje sigue abierto... volvere a China mas adelante? la verdad no lo se y es mejor asi. me tiene mucho mas preocupado lo que pasa en 1Q84.
Hoy he vuelto a Hong Kong y me fui a un cafe por la mañana y pense pasarme el dia leyendo, pero no tarde mas de 10 minutos en decir, que diablos hago aqui, no puedo perder tanto el tiempo, y sali apurado, como cuando unos sale atrasado de la casa y cruce la ciudad como una gacela saltando entre tranvias y laberintos para alcanzar un ferry a Macau. una ciudad China que parece una ciudad brasilera (nunca fui a Portugal), pero que en vez de brasileros esta lleno de chinos, pero en la que parece que olvidaron cambiar el idioma en los carteles de las calles, en las senaleticas de los edificios, y aunque nadie habla portugues, me dio risa esta dicotomia extrana en una ciudad a ratos plastica, llena de casinos, pero con una arquitectura colonial y antigua al mismo tiempo, con un cerro con un fuerte al estilo latinoamericano, familiar como el Santa Lucia, con reliquias catolicas, con edificios rahidos y rascacielos dorados, y en la que he dejado los pies en la calle caminando. caminar y caminar es lo mejor por estos dias. ya vendran tiempos de calma, lo presiento.

ps"Un Barbaro en Asia" es un libro de Henri Michaux que Borges se digno a traducir -al parecer por su buen humor- y que intente conseguir hasta el final antes de emprender este viaje. probablemente un poco obsoleto para nuestros dias, pero siempre me quedo la impresión de su título y eso me hace pensar. así como esos lugares cuyo nombre nos evoca algo y nos obsesionan de alguna forma.