Golden Hammer
hey, I went to Borneo 1 an a half years ago, I did some friends at the local bar and we started Golden Hammer shots. cheap as hell, delicious as ragweed divine and delirious. I very regreted I didn't buy a whole bottle to take back home. absolutely recommended for the finest someliers in the whole world.
Until the End of The World
Tuesday, November 25, 2014
Las Playas
Dejando Borneo atras me encuentro otra vez en Kuala Lumpur, queriendo escapar. Se que me dirijo al norte, quizás la selva? quizás las highlands? no estoy seguro pero una vez en la estación de buses me encuentro con un viaje inesperado. Se trata de un bus nocturno a Tailandia. lo suficientemente seductor como para hacerme olvidar rápidamente mis posibles planes y volver al hotel para decir que en realidad aquella noche no me voy a quedar, que me marcho, que en este mundo paralelo en que me encuentro es posible despertar en Thailand si así lo quiero. Y así fue.
En mi anterior visita a Thailandia había dejado algunos lejanos lugares al sur del país, algunas islas que queria visitar, y me quede con las ganas. Razón suficiente para volver y atacar desde el sur. mi centro gravitacional seria Krabi, una ciudad sin playa, pero con vaya buen ambiente en la que recalé y luego volví antes del fin.
Hablando con los locales armé un pequeño itinerario para un viaje de alrededor de 11 días y al día siguiente ya me embarcaba a Ko Phi Phi, la isla soñada, con todos los clásicos estereotipos tailandeses, mares azur, islas de granito, comida encantadora. pero no, simplemente tuve que escapar de alli, de la little england, de la pequeña playa colmada de gente, del calor insoportable, de las callejuelas llenas de restaurantes, masajes y tours que no me dejaban respirar. dure una sola noche y me largue rápidamente a la clásica Pukhet.
Pukhet no estaba nada de mal. era una isla enorme, con playas larguísimas llenas de gente, pero también con playas pequeñitas con no más de dos personas. Había para todos los gustos, y con una scooter la libertad era total. intente algo de surf, para renunciar nuevamente y prometer no volver a intentarlo -como siemp-, visite las calles corruptas de bares interminables, playas desiertas para relajarse, comidas tailandesas para regodearse, y no me detuve a visitar ningun Buda. bla bla bla, Pukhet estuvo ok.
El sueño se materializó en Railay beach, donde me fui a escalar pero me encontré con aquella hermosa playa y treckings en la selva para perderse. Renté una pequeña cabana en un resort con piscina y todo, quería que el recuerdo en verdad fuera dulce, y me pasé unos días de escaladas y sumergidas que no duraban menos de una hora flotando en el mar. el paraiso había sido encontrado. Volví a Krabi por un curso de cocina, conocí a unos locales en un bar con los que me divertí un par de noches tocando guitarra y hablando con cuanto personaje se sentaba en la barra. Krabi era mi style, y me sentí local. hasta que un día todo aquello termino, 2666 terminó, y me fui de vuelta a Malasia a continuar el camino.
Las playas habían probado darme alegría asique decidí continuar por aquel derrotero. Intente llegar a las Islas Perenthians, otro paraíso prometido, pero el camino no era directo. tuve que viajar primero a Georgetown, una isla enorome con una ciudad de verdadero espíritu asiatico que me trato bien. ya la primera noche conocí a un amigo local, pero buen viajero, que me mostró la ciudad por la mañana en su moto antes de ir a estudiar, y que me llevó a una picada de comida hindú que estaba de rechuparse los dedos. luego continué solo hacia un parque nacional y me dedique a caminar todo el día para llegar muerto a mi hotel, el mas malo del viaje, no tanto por su decadencia, que tenía mucho estilo para decir la verdad, pero por los mosquitos que no me dejaron dormir. Georgetown tenia la mezcla colonial, china, hindú y malay, que representaba verdareamente el corazón de Malasia.
Suficiente de ciudad, me dije. ha llegado la hora de meterse bajo el mar. E inicié mi largo camino costa a costa para alcanzar el bote que me llevaría a unas islas prometidas. me encontraba viajando hacia las Perenthian Islands.
En mi anterior visita a Thailandia había dejado algunos lejanos lugares al sur del país, algunas islas que queria visitar, y me quede con las ganas. Razón suficiente para volver y atacar desde el sur. mi centro gravitacional seria Krabi, una ciudad sin playa, pero con vaya buen ambiente en la que recalé y luego volví antes del fin.
Hablando con los locales armé un pequeño itinerario para un viaje de alrededor de 11 días y al día siguiente ya me embarcaba a Ko Phi Phi, la isla soñada, con todos los clásicos estereotipos tailandeses, mares azur, islas de granito, comida encantadora. pero no, simplemente tuve que escapar de alli, de la little england, de la pequeña playa colmada de gente, del calor insoportable, de las callejuelas llenas de restaurantes, masajes y tours que no me dejaban respirar. dure una sola noche y me largue rápidamente a la clásica Pukhet.
Pukhet no estaba nada de mal. era una isla enorme, con playas larguísimas llenas de gente, pero también con playas pequeñitas con no más de dos personas. Había para todos los gustos, y con una scooter la libertad era total. intente algo de surf, para renunciar nuevamente y prometer no volver a intentarlo -como siemp-, visite las calles corruptas de bares interminables, playas desiertas para relajarse, comidas tailandesas para regodearse, y no me detuve a visitar ningun Buda. bla bla bla, Pukhet estuvo ok.
El sueño se materializó en Railay beach, donde me fui a escalar pero me encontré con aquella hermosa playa y treckings en la selva para perderse. Renté una pequeña cabana en un resort con piscina y todo, quería que el recuerdo en verdad fuera dulce, y me pasé unos días de escaladas y sumergidas que no duraban menos de una hora flotando en el mar. el paraiso había sido encontrado. Volví a Krabi por un curso de cocina, conocí a unos locales en un bar con los que me divertí un par de noches tocando guitarra y hablando con cuanto personaje se sentaba en la barra. Krabi era mi style, y me sentí local. hasta que un día todo aquello termino, 2666 terminó, y me fui de vuelta a Malasia a continuar el camino.
Las playas habían probado darme alegría asique decidí continuar por aquel derrotero. Intente llegar a las Islas Perenthians, otro paraíso prometido, pero el camino no era directo. tuve que viajar primero a Georgetown, una isla enorome con una ciudad de verdadero espíritu asiatico que me trato bien. ya la primera noche conocí a un amigo local, pero buen viajero, que me mostró la ciudad por la mañana en su moto antes de ir a estudiar, y que me llevó a una picada de comida hindú que estaba de rechuparse los dedos. luego continué solo hacia un parque nacional y me dedique a caminar todo el día para llegar muerto a mi hotel, el mas malo del viaje, no tanto por su decadencia, que tenía mucho estilo para decir la verdad, pero por los mosquitos que no me dejaron dormir. Georgetown tenia la mezcla colonial, china, hindú y malay, que representaba verdareamente el corazón de Malasia.
Suficiente de ciudad, me dije. ha llegado la hora de meterse bajo el mar. E inicié mi largo camino costa a costa para alcanzar el bote que me llevaría a unas islas prometidas. me encontraba viajando hacia las Perenthian Islands.
Wednesday, April 24, 2013
Monday, August 1, 2011
El Diario de Ansky
Terminado 1Q84 le meti manos a 2666, como quien hojea una revista, en el punto en que lo habia dejado 6 anos atras, y la sopresa no fue poca. tanto asi de que a pesar de que ayer estuve buceando entre mantarrayas y tortugas gigantes, que flotan como delicadas nayades del mar, hoy no tenga nada mejor de que hablar que del Diario de Ansky.
Es posible que la mejor historia jamas escrita por un chileno sea el diario de un pobre campesino ruso encontrado por Archimboldi, leido hasta el hartazgo por Archimboldi, memorizado por Archimboldi, un diario que solo podria ser encontrado en el escondite de una chimenea en una aldea europea de otros tiempos, en un mundo que no es el nuestro. la historia de este pobre campesino que solo conoce su aldea, y quizas otras dos aldeas proximas a la suya, y que se enrola en el ejercito, y que viaja hasta el fin del mundo y cuya vida es mas interesante que la biografia de cualquier poeta, cuyo diario Archimboldi -ni yo- pudimos dejar de leer ni siquiera por un segundo, que me dejaba pensado durante todo el dia en el transcurso de esa vida, en los pasajes no escritos, en los miserables circulos literarios, lo que es equivalente a decir bares de mala muerte, lo que es equivalente a decir, sobrevida en pensiones de paso, lo que es equivalente a decir Archimboldi, el unico escritor verdadero. todo el resto son ficciones, Bolano es una ficcion aventurada por criticos sin mapas, Borges es una ficcion de elegantes bibliotecas, Hesse es una ficcion del misticismo herrante, del dormir en establos, del comer pan duro y queso, Murakami es la ficcion de los Mangas japoneses, todos ellos son ficciones, Archimboldi y Ansky son los unicos verdaderos. porque finalmente Archimboldi se convierte en Ansky. Ansky muere -o desaparece- quizas aniquilado por el propio Archimboldi en el bando opuesto de aquella guerra. Archimboldi el nino iliterado que no es capaz de hablar bien, que no termina la escuela, un nomade escurridizo de direccion incierta. basicamente un misterio. Ansky muere y nada o casi nada queda de el, una vida perdida cuyo unico testimonio es aquel diario que Archimboldi encuentra. por suerte fue el y no otro, por suerte lo leyo mil veces, porque Archimboldi no leia muchos libros en aquel tiempo, solo leia uno y lo leia mil veces.
Al bucear tampoco pude dejar de pensar en el nino Archimboldi siempre bajo el agua y ya hubiese querido haber decendido con el porque no hay nada mejor que compartir algo con alguien que realmente lo aprecia. Fue una cita a ciegas, mi instructora, Kat, me llevo hasta las murallas decendentes del arrecife, me mostro los peces, me hablo con senas bajo el agua como en una cita de astronautas mudos, viajando por un mundo sorprendente nos tomamos de las manos como en un paseo de domingo bajo el agua, y me llevaba bajo aquellas rocas que respiran para apreciar una mantarraya oculta, un pez trompeta, un pez piedra, ten cuidado!, tortugas gigantes pordoquier, langostas, oh mira esto, subitamente nos encontramos rodeados por un cardumen de peces pequenos que se movia ordenadamente en direcciones cambiates al capricho de su mente colectiva, como si se tratase de un ser compuesto por pequenos seres, pero cuya conciencia no se encontrara en ninguno de aquellos pequenos seres, sino en alguna otra parte, y guiara asi sus movimientos. vimos a una anguila blanca, me dijo mira eso! y me acerque y la segui muy de cerca con mi vista y luego me aleje y la anguila comenzo una danza extrana, algo que no entendi en un primer momento, intentaba alejarnos de su territorio? intentaba cavar una guarida con su cola? pero subitamente la anguila se da vuelta y saca con la boca a otra anguila mas pequena y se la engulle en un tris, y no podemos hablar bajo el agua, pero en aquella sumergida en que fuimos con Mark, otro buzo, este nos miro y no hizo la clasica sena de juntar su indice y su pulgar para indicar que habia estado bueno, no, Mark nos miro con una mirada de loco e hizo el simbolo del rock, nos dijo telepaticamente this rocks mate, grito wicked, dijo cool guys!, y yo lo escuche y rei, aunque bajo el agua no escuchas nada y reir te hace tragar algo de agua. tras la ultima sumergida en open water quede flotando con Kat en la mitad del mar esperando por nuestro bote que venia a buscarnos, y le dije gracias, me dijo que yo lo miraba todo, le dije que lo habia disfrutado mucho, a veces los peces, a veces el simple hecho de estar sumergido alla abajo, me dijo que tenia que seguir con eso, le dije que no lo creia, pero pense que si lo haria, que neceitaba dedicarme mas a bucear y menos a viajar, pero quizas luego lo olvide, no lo se.
Al terminar 2666 en lo unico que pude pensar fue en comenzarlo todo de nuevo, y no puedo dejar de apreciar aquella estructura como la catedral de Gaudi, vasta y sobervia en detalle, en odiar a los estudiosos de la obra archiboldiana y a los academicos, y en extranar a Ansky que es el unico escritor realmente verdadero.
Location:
Mabul, Malaysia
Sunday, July 24, 2011
No entendemos las Carreteras. Vamos a Borneo.
Hace tiempo me preguntaba dónde estaba el fin del mundo. dice 1Q84 que Chejov escribió un libro acerca de la isla de Sajalin. un lugar remoto como ningún otro, con extraños habitantes llamados Guilliakos, una sociedad primitiva viviendo en los grises y desesperanzadores parajes del fin del mundo. para contrarrestar el frio comen focas, ballenas, esturion y nada de vegetales -no es una sorpresa que ninguno tenga todos los dientes- y ademas los Guilliakos no entienden las carreteras. dicen que si ven una carretera igual continuan caminando a traves de la tierra. porque diablos fue Chejov a Sajalin? porque un escritor que gozaba de fama en vida y formaba parte de la nata de la sociedad rusa se marcho a tal desolado paraje en tiempos en que viajar aquella distancia de moscu a siberia no era ninguna broma seguirá siendo un misterio para algunos. no para mí.
La distancia lo emebellece todo. Tan asi que el Hong Kong asfixiante ya se ha convertido un recuerdo divertido. no estuvo tan mal después de todo, y aunque al llegar le reproché no ser lo suficientemente exótico, claro, luego de un par de viajes a Japon Hong Kong ya no sabe a lo mismo, y mi percepción de que la diferencia entre Auckland en New Zealand y Hong Kong son 6 millones de chinos, le quitaron un poco de magia a la ciudad. Supongo que todo depende de donde uno venga, no? En HK conoci a alguna gente, incluso estuve bebiendo cervezas en el departamento de unos franceses, y que vaya a ratos me parecio que los franceses habían invadido Hong Kong. A ellos les encanta y van y buscan trabajos y se quedan por algunos años. la gente de donde yo vengo no piensa así, a nadie se le ocurriria ir a Hong Kong a buscar trabajo. pero a los franceses sí.
Parece que hubiese visto a un fantasma en China porque al mirar hacia atras veo como corrí en la dirección contraria. Llegué raudamente hasta Kuala Lumpur y no me permití mas de dos días en aquella ciudad, ya tenía bastante con las urbes y ya era hora de comenzar a adentrarse en la selva. ya se irán adivinando que a pesar de que tenia muchas ganas de recorrer malaysia peninsular esto podria esperar hasta la segunda parte de mi viaje porque me encontraba demasiado cerca de aquel imán para aventureros llamado Borneo. Borneo siempre me sonó a algo, nunca supe bien a que, quizas a selva y a sanguijuelas, a Orangutanes, a rinocerontes, a la última frontera. claro que no es la isla de Sajalin, pero esta en el buen camino. y el camino es el Tao, que suerte que leí ese libro incoherente y sabio a su manera, tan poético como es la literatura china, tan antiguo que se saborea como una sopa de papiros del Codex Sinaiticus (la biblia mas antigua del mundo). algo de china tenía que venir conmigo después de todo. Me encargué de conseguir un par de libros de viaje, uno de principios de siglo cuando Borneo era el límite inexplorado y viajeros con caravanas de portadores viajaban durante anos recolectando muestras de flora y fauna para ser descubiertos, y otro de dos escaladores obsesionados con la foto de una montana que tras anos de investigacion resulto estar escondida en el corazon de Borneo.
La llegada fue un poco extraña. no había un Orangutan dandome la bienvenida como me esperaba. tampoco había rascacielos, pero la verdad llegué a una ciudad bastante grande, mucho mas grande de lo que jamás pensé que podía encontrar en esta isla y, bueno, los tiempos cambian. y ya es tan difícil dar con las últimas fronteras. me querían subir a un taxi en el aeropuerto, pero yo quiero Local, asique me senté en el suelo sobre mi mochila y me quedé esperando el bus. a medida que la gente fue desapareciendo logre divisar a algunas figuras sentadas sobre mochilas, y sí, había algunos otros viajeros como yo que no se se sentían muy apurados. llegué a la ciudad tras cojer un par de buses feos por algo así como 3 morlacos -sea lo que sea era muy barato- y encontre de alguna manera mi hostal: el hostal Borneo. La ciudad es simple y se puede ver las dos caras de la moneda: mercados callejeros y un mall, tambien tuve la tentacion de comer un Burguer King hoy por la tarde pero sacudi la cabeza y me sente en un restoran local a comer un pollito con arroz, sopa y aji.
'mucho mejor', como decia la Alvear en los tiempos de campaña de antes. sí, local es mejor. pero Local muchas veces es dificil de encontrar, esta sepultado bajo la publicidad y las tiendas de relojes, ahogado por las compañías de tours, escondido como los barrios pobres en las grandes ciudades, o las playas sin hoteles. pero Local esta ahi todavia. de los Orangutanes ni rastro.
Mañana voy al mercado negro a intentar comprar pases para escalar el Mount Kinabalu. Es lindo viajar como estoy viajando hoy por hoy: por olfato, por capricho, por escapar de otro lugar, pero tiene algunos costos colaterales como encontrarse frente a la mejor Montaña de Borneo y descubrir que debería haber reservado uno de los limitados pases con meses de antelación. pero asi es la vida. también podría estar en casa viendo tele, pero estoy aca y voy a hacer lo posible por llegar a esa montana o mi venganza sera terrible (ya tengo algunos otros puntos de escalada que podria visitar en caso de fracasar en el Kinabalu). Lugares bellos que me harán olvidar que jamás logré llegar a la cima del Kinambalu o del Kilimajaro. No todavía. pero TODO esta por verse.
La distancia lo emebellece todo. Tan asi que el Hong Kong asfixiante ya se ha convertido un recuerdo divertido. no estuvo tan mal después de todo, y aunque al llegar le reproché no ser lo suficientemente exótico, claro, luego de un par de viajes a Japon Hong Kong ya no sabe a lo mismo, y mi percepción de que la diferencia entre Auckland en New Zealand y Hong Kong son 6 millones de chinos, le quitaron un poco de magia a la ciudad. Supongo que todo depende de donde uno venga, no? En HK conoci a alguna gente, incluso estuve bebiendo cervezas en el departamento de unos franceses, y que vaya a ratos me parecio que los franceses habían invadido Hong Kong. A ellos les encanta y van y buscan trabajos y se quedan por algunos años. la gente de donde yo vengo no piensa así, a nadie se le ocurriria ir a Hong Kong a buscar trabajo. pero a los franceses sí.
Parece que hubiese visto a un fantasma en China porque al mirar hacia atras veo como corrí en la dirección contraria. Llegué raudamente hasta Kuala Lumpur y no me permití mas de dos días en aquella ciudad, ya tenía bastante con las urbes y ya era hora de comenzar a adentrarse en la selva. ya se irán adivinando que a pesar de que tenia muchas ganas de recorrer malaysia peninsular esto podria esperar hasta la segunda parte de mi viaje porque me encontraba demasiado cerca de aquel imán para aventureros llamado Borneo. Borneo siempre me sonó a algo, nunca supe bien a que, quizas a selva y a sanguijuelas, a Orangutanes, a rinocerontes, a la última frontera. claro que no es la isla de Sajalin, pero esta en el buen camino. y el camino es el Tao, que suerte que leí ese libro incoherente y sabio a su manera, tan poético como es la literatura china, tan antiguo que se saborea como una sopa de papiros del Codex Sinaiticus (la biblia mas antigua del mundo). algo de china tenía que venir conmigo después de todo. Me encargué de conseguir un par de libros de viaje, uno de principios de siglo cuando Borneo era el límite inexplorado y viajeros con caravanas de portadores viajaban durante anos recolectando muestras de flora y fauna para ser descubiertos, y otro de dos escaladores obsesionados con la foto de una montana que tras anos de investigacion resulto estar escondida en el corazon de Borneo.
La llegada fue un poco extraña. no había un Orangutan dandome la bienvenida como me esperaba. tampoco había rascacielos, pero la verdad llegué a una ciudad bastante grande, mucho mas grande de lo que jamás pensé que podía encontrar en esta isla y, bueno, los tiempos cambian. y ya es tan difícil dar con las últimas fronteras. me querían subir a un taxi en el aeropuerto, pero yo quiero Local, asique me senté en el suelo sobre mi mochila y me quedé esperando el bus. a medida que la gente fue desapareciendo logre divisar a algunas figuras sentadas sobre mochilas, y sí, había algunos otros viajeros como yo que no se se sentían muy apurados. llegué a la ciudad tras cojer un par de buses feos por algo así como 3 morlacos -sea lo que sea era muy barato- y encontre de alguna manera mi hostal: el hostal Borneo. La ciudad es simple y se puede ver las dos caras de la moneda: mercados callejeros y un mall, tambien tuve la tentacion de comer un Burguer King hoy por la tarde pero sacudi la cabeza y me sente en un restoran local a comer un pollito con arroz, sopa y aji.
'mucho mejor', como decia la Alvear en los tiempos de campaña de antes. sí, local es mejor. pero Local muchas veces es dificil de encontrar, esta sepultado bajo la publicidad y las tiendas de relojes, ahogado por las compañías de tours, escondido como los barrios pobres en las grandes ciudades, o las playas sin hoteles. pero Local esta ahi todavia. de los Orangutanes ni rastro.
Mañana voy al mercado negro a intentar comprar pases para escalar el Mount Kinabalu. Es lindo viajar como estoy viajando hoy por hoy: por olfato, por capricho, por escapar de otro lugar, pero tiene algunos costos colaterales como encontrarse frente a la mejor Montaña de Borneo y descubrir que debería haber reservado uno de los limitados pases con meses de antelación. pero asi es la vida. también podría estar en casa viendo tele, pero estoy aca y voy a hacer lo posible por llegar a esa montana o mi venganza sera terrible (ya tengo algunos otros puntos de escalada que podria visitar en caso de fracasar en el Kinabalu). Lugares bellos que me harán olvidar que jamás logré llegar a la cima del Kinambalu o del Kilimajaro. No todavía. pero TODO esta por verse.
Location:
Borneo, Sabah, Malaysia
Wednesday, July 20, 2011
Un Barbaro en Asia
Si quieren saber la verdad, estoy mucho mas interesado en lo que pasa en 1Q84 que en lo que pasa en la realidad. no quisiera caer en los lugares comunes del blog de viajes. No se como empezar. supongo que en mis movimientos inesperados ya he logrado distingir poco a poco lo que podria ser un patron de conducta, o mejor dicho, un estilo de viaje. a pesar de que en el 2005 gane el premio internacional al mejor viaje inesperado desde mi llegada a New Zealand y siempre soprendente paso por Asia, uno cree que ya se las sabe todas, pero no. Esta vez llegue a Asia con la idea de que lo tenia todo bajo control, pero he tenido que aprender todo de nuevo. Esto quiere decir que no tengo ningun talento como viajero, esto quiere decir que una vez en Hong Kong ya nada parecia sorprenderme demasiado. todo me resultaba de alguna forma familiar, y ni siquiera tuve contratiempos en llegar al hotel previamente reservado en bus desde el aeropuerto. todo extranamente facil. pero no tengo ganas de hablar de Hong Kong, quizas mas adelante. por ahora lo importante no parece estribar en la locacion, sino en los cambios que en mi produce el viaje. en el retorno del instinto de supervivencia, en el salir de mi pequeño limbo de tranquilidad en New Zealand, de sacudirme el polvo, por asi decir. Lo primero que recorde: todos los viajes son diferentes.
El primer gran paso fue cruzar la frontera China y encontrarse con ese monstruo que yo creia que yacia en Beijin, pero no, que esta arraigado en cada rincon del pais: la gran muralla china, a saber, La barrera idiomatica. China estaba dificil desde un comienzo. China te convierte de un ser culto y especializado en un viajero vulnerable en busca de ayuda. El ser analfabeto no es ninguna broma. bueno, a veces lo es, pero algunas otras te hace la vida dificil en los detalles mas simples. no hablo de los lugares turisticos donde todo es cocer y cantar, hablo de ciudades como Guillin donde simplemente no pude comunicarme con nadie y solo gracias a mi Lonely Planet y a la ayuda de algunas personas -si, los chinos igual son buena onda- pude lograr moverme un poco. pero poco. la verdad es que hui de ese lugar. China se estaba convirtiendo en una segunda India y no iba a permitir que eso ocurriese. dije no, no vale la pena sobrevivir de esta manera y me fui de vuelta a Hong Kong. pero China sintio mi rechazo y no ataco de vuelta, en cambio en el bus de vuelta a Shenzen una linda china se sento a mi lado y comenzo a hablarme en ingles, me hablo de Yangshuo, una ciudad a dos horas de donde habiamos partido y recorde que un frances que conoci en Hong Kong me recomendo especificamente ir alli. un frances, de paso vale decir, con cara de Chino, pero frances. recorde eso, vi las fotos que me mostraba la china y dije, alto ahi, que esto hay que tomarselo con calma, y la china me ayudo a que pararan el bus, si, algo asi como paren el bus que me tengo que bajar! y asi llegue a Yangshuo. no me equivoque, encontre el pequeño oasis que necesitaba y algunas historias recogi en ese camino. las mas importantes son las mas simples, supongo: un viaje en bicicleta en el cual llegue al final del camino y segui mas alla -siempre hay cosas interesantes al final del camino, y un dia de escalada en roca que me dejo gritando de alegria en la cima de algun olvidado penazco entre valles de arrozales con escarpadas montañas de granito como ya alguna vez me habia imaginado que era China. pero igual escapé de China. todo esto estaba de alguna forma desfazado, no venia de estar viajando por ahi sino de estar trabajando como loco los ultimos 7 meses y la verdad necesitaba unas buenas vacaciones para recobrar mis energias. no he visto las estrellas desde que llegue a China, siempre ese calor humedo y cielos cubiertos, creo que necesito ver el sol, creo que necesito ir a esa playa, creo que necesito cambiar de planes, el mapa puede esperar, me voy a Malasia, me voy a la playa, y luego quien sabe. el viaje sigue abierto... volvere a China mas adelante? la verdad no lo se y es mejor asi. me tiene mucho mas preocupado lo que pasa en 1Q84.
Hoy he vuelto a Hong Kong y me fui a un cafe por la mañana y pense pasarme el dia leyendo, pero no tarde mas de 10 minutos en decir, que diablos hago aqui, no puedo perder tanto el tiempo, y sali apurado, como cuando unos sale atrasado de la casa y cruce la ciudad como una gacela saltando entre tranvias y laberintos para alcanzar un ferry a Macau. una ciudad China que parece una ciudad brasilera (nunca fui a Portugal), pero que en vez de brasileros esta lleno de chinos, pero en la que parece que olvidaron cambiar el idioma en los carteles de las calles, en las senaleticas de los edificios, y aunque nadie habla portugues, me dio risa esta dicotomia extrana en una ciudad a ratos plastica, llena de casinos, pero con una arquitectura colonial y antigua al mismo tiempo, con un cerro con un fuerte al estilo latinoamericano, familiar como el Santa Lucia, con reliquias catolicas, con edificios rahidos y rascacielos dorados, y en la que he dejado los pies en la calle caminando. caminar y caminar es lo mejor por estos dias. ya vendran tiempos de calma, lo presiento.
ps. "Un Barbaro en Asia" es un libro de Henri Michaux que Borges se digno a traducir -al parecer por su buen humor- y que intente conseguir hasta el final antes de emprender este viaje. probablemente un poco obsoleto para nuestros dias, pero siempre me quedo la impresión de su título y eso me hace pensar. así como esos lugares cuyo nombre nos evoca algo y nos obsesionan de alguna forma.
El primer gran paso fue cruzar la frontera China y encontrarse con ese monstruo que yo creia que yacia en Beijin, pero no, que esta arraigado en cada rincon del pais: la gran muralla china, a saber, La barrera idiomatica. China estaba dificil desde un comienzo. China te convierte de un ser culto y especializado en un viajero vulnerable en busca de ayuda. El ser analfabeto no es ninguna broma. bueno, a veces lo es, pero algunas otras te hace la vida dificil en los detalles mas simples. no hablo de los lugares turisticos donde todo es cocer y cantar, hablo de ciudades como Guillin donde simplemente no pude comunicarme con nadie y solo gracias a mi Lonely Planet y a la ayuda de algunas personas -si, los chinos igual son buena onda- pude lograr moverme un poco. pero poco. la verdad es que hui de ese lugar. China se estaba convirtiendo en una segunda India y no iba a permitir que eso ocurriese. dije no, no vale la pena sobrevivir de esta manera y me fui de vuelta a Hong Kong. pero China sintio mi rechazo y no ataco de vuelta, en cambio en el bus de vuelta a Shenzen una linda china se sento a mi lado y comenzo a hablarme en ingles, me hablo de Yangshuo, una ciudad a dos horas de donde habiamos partido y recorde que un frances que conoci en Hong Kong me recomendo especificamente ir alli. un frances, de paso vale decir, con cara de Chino, pero frances. recorde eso, vi las fotos que me mostraba la china y dije, alto ahi, que esto hay que tomarselo con calma, y la china me ayudo a que pararan el bus, si, algo asi como paren el bus que me tengo que bajar! y asi llegue a Yangshuo. no me equivoque, encontre el pequeño oasis que necesitaba y algunas historias recogi en ese camino. las mas importantes son las mas simples, supongo: un viaje en bicicleta en el cual llegue al final del camino y segui mas alla -siempre hay cosas interesantes al final del camino, y un dia de escalada en roca que me dejo gritando de alegria en la cima de algun olvidado penazco entre valles de arrozales con escarpadas montañas de granito como ya alguna vez me habia imaginado que era China. pero igual escapé de China. todo esto estaba de alguna forma desfazado, no venia de estar viajando por ahi sino de estar trabajando como loco los ultimos 7 meses y la verdad necesitaba unas buenas vacaciones para recobrar mis energias. no he visto las estrellas desde que llegue a China, siempre ese calor humedo y cielos cubiertos, creo que necesito ver el sol, creo que necesito ir a esa playa, creo que necesito cambiar de planes, el mapa puede esperar, me voy a Malasia, me voy a la playa, y luego quien sabe. el viaje sigue abierto... volvere a China mas adelante? la verdad no lo se y es mejor asi. me tiene mucho mas preocupado lo que pasa en 1Q84.
Hoy he vuelto a Hong Kong y me fui a un cafe por la mañana y pense pasarme el dia leyendo, pero no tarde mas de 10 minutos en decir, que diablos hago aqui, no puedo perder tanto el tiempo, y sali apurado, como cuando unos sale atrasado de la casa y cruce la ciudad como una gacela saltando entre tranvias y laberintos para alcanzar un ferry a Macau. una ciudad China que parece una ciudad brasilera (nunca fui a Portugal), pero que en vez de brasileros esta lleno de chinos, pero en la que parece que olvidaron cambiar el idioma en los carteles de las calles, en las senaleticas de los edificios, y aunque nadie habla portugues, me dio risa esta dicotomia extrana en una ciudad a ratos plastica, llena de casinos, pero con una arquitectura colonial y antigua al mismo tiempo, con un cerro con un fuerte al estilo latinoamericano, familiar como el Santa Lucia, con reliquias catolicas, con edificios rahidos y rascacielos dorados, y en la que he dejado los pies en la calle caminando. caminar y caminar es lo mejor por estos dias. ya vendran tiempos de calma, lo presiento.
ps. "Un Barbaro en Asia" es un libro de Henri Michaux que Borges se digno a traducir -al parecer por su buen humor- y que intente conseguir hasta el final antes de emprender este viaje. probablemente un poco obsoleto para nuestros dias, pero siempre me quedo la impresión de su título y eso me hace pensar. así como esos lugares cuyo nombre nos evoca algo y nos obsesionan de alguna forma.
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